La Trilogía Práctica

Introducción

Cuando yo era joven, trabajé para el padre de mi mejor amigo. Tenía una empresa de construcción y era muy exitoso. Como se podría imaginar, eso permitía que tenía una vida lujosa con muchos beneficios materiales.

Como era empleado de él, y tenía cierta confianza en mí por haberle trabajado bien por medio de los años, me daría la responsabilidad de quedarme en su casa y cuidarla cuando ellos iban de viaje.

Tenía la responsabilidad de cuidar los animales (tenían caballos, mulas, y perros) y la propiedad (el césped, las flores, y la casa). Además de las responsabilidades que tenía, había beneficios. Ellos tenían una casa lujosa, jacuzzi, piscina, carros deportivos, y, me pagaban al volver.

Entonces, era un trabajo cuidar la casa, pero valía la pena por los beneficios y el sueldo.

La vida cristiana no es tan diferente. Servimos y un señor bondadoso. Nos ha dado responsabilidades. Cumplimos con ellas y disfrutamos de los beneficios mientras tanto. Y, algún día nos encontraremos con nuestro señor y nos dará una herencia basada en el trabajo que hemos o no hemos hecho.

Lo que les he explicado se llama la mayordomía.

Mayordomía - Responsabilidad de administrar todos los recursos de la vida para la gloria de Dios, reconociendo a Dios como proveedor.

Desarrollo

La idea de ser mayordomo aparece en toda la Biblia. Nosotros, como creyentes en Jesucristo, debemos de alinear nuestro pensar con el de Dios. La Biblia habla de una mayordomía espiritual (el sentido de cuidar la vida espiritual que Dios nos ha regalado en Su Hijo) y práctica (lo que habla de nuestro comportamiento en esta vida terrenal). Hoy nos centramos en la mayordomía práctica.

Tenemos las instrucciones de la Biblia y un ejemplo maravilloso a seguir, Jesucristo.

La Biblia dice:

Lu 16:2 “2 ...Da cuenta de tu mayordomía...”

y Jesucristo lo demuestra:

en su misión - Col 1:19-20 “19 por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud, 20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo; así las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”

en el cumplimiento de su misión - Fil 2:8 “8 y hallado en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”

en los resultados de su obediencia - Ro 5:19 “19b... por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos.”

Ahora, nuestra responsabilidad es igual. Alcanzar a la mayor cantidad de personas en este mundo con el Evangelio de Cristo.

El mandato - La Jn 20:21 “21b … Como me envió el Padre, así también yo os envío.”

La responsabilidad - Mt 28:19-20 “19 Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

La mayordomía - 1 Ts 2:4 “4 sino según fuimos aprobados por Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.”

Cumplimos con la responsabilidad de nuestra mayordomía por cuidar estas tres áreas de nuestra vida: (1) tiempo; (2) talento; (3) tesoro.

Hoy hablamos de la Trilogía Práctica.

1 - La Mayordomía de Tiempo

“El secreto de un buen sermón es tener un buen comienzo y un buen final; y tener los dos lo más cerca posible”. - George Burns

Nuestro tiempo aquí en la tierra es breve

Sal 90:10 “10 Los días de nuestra edad son setenta años; y en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.”

Aprender usar nuestro tiempo

Sal 90:12 “12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.”

Utilizar este recurso bien

Col 4:5 “5 Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.”

Si vamos a cumplir con nuestra responsabilidad de alcanzar al mundo, debemos de ser buenos mayordomos de nuestro tiempo

2 - La Mayordomía de Talento

Un mayordomo no tiene la libertad de usar lo que tiene en sus manos como le plazca, sino como le plazca a su amo.

Dios nos ha dado a cada uno la capacidad

Mt 25:14-15 “14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su facultad; y luego partió lejos.”

Todo lo que somos pertenece a Dios

1 Cor 6:19-20 “19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque comprados sois por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

No menospreciar sus talentos

Ex 4:1-2 “1 Entonces Moisés respondió y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. 2 Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.”

Si vamos a cumplir con nuestra responsabilidad de alcanzar al mundo, debemos de ser buenos mayordomos de nuestro talento (nuestra vida, nuestras habilidades, y todo nuestro ser)

3 - La Mayordomía de Tesoro

"El dinero es un buen sirviente, pero un mal amo." - Francis Bacon

Todo viene de Dios

1 Cr 29:14 “14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer de nuestra voluntad cosas semejantes? Porque todo es tuyo, y lo recibido de tu mano te damos.”

Los bienes sirven para crecer el reino de Dios

Mt 6:19-21 “19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan. 20 Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla, ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

El amor del dinero corrompe

1Tim 6:10 “10 Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y se traspasaron con muchos dolores.”

Si vamos a cumplir con nuestra responsabilidad de alcanzar al mundo, debemos de ser buenos mayordomos de nuestro tesoro

Conclusión

Algún día Dios nos dirá: “Lu 16:2 “2b ...Da cuenta de tu mayordomía,”

Todo nuestro tiempo pasado en la tierra aparecerá delante de nosotros. Todo lo que hicimos o no hicimos será visible. El valor que pusimos en el reino de Dios será visto por donde invertimos nuestros bienes en esta vida.

¿Qué haremos? ¿Qué diremos? ¡Aunque aquí si, pero allá no habrá excusa!

No soy buen mayordomo de mi tiempo

No soy buen mayordomo de mi talento

No soy buen mayordomo de mi tesoro

Podemos arreglarlo y comenzar bien hoy. Seguimos el ejemplo de los creyentes primitivos:

2 Cor 8:5 “5 Y esto hicieron , no como lo esperábamos, sino que primero se dieron a sí mismos al Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios.”

Entreguemonos al Todopoderoso y pidamos la gracia necesaria para ser buenos mayordomos.