Armonizando La Opinión Propia Con La Del Grupo

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I.        Introducción

a.       Al mirar este grupo de personas—veo un grupo. Un grupo de hermanos que componen esta congregación

                        i.         Como un grupo venimos a adorar – la iglesia, la iglesia menonita; un cuerpo

b.      Pero un grupo de individuos; cada uno único, con su personalidad única, un nombre distinto que representa una personalidad. “Cada cabeza es un mundo”

                        i.         Porque hemos nacido de nuevo, servimos al mismo Dios; leemos, enseñamos y predicamos la misma Biblia hay muchas maneras en que somos iguales, estamos de acuerdo, unidos; procurando guardar los mismos mandamientos; tememos al mismo Dios.

                      ii.         Pero siempre habrá algunas cosas (cosas pequeñas) en que no pensamos iguales, la manera en que juzgamos ciertas cosas; nuestra opinión – ¿no es así?

1.       Apreciamos la opinión de cada uno. Necesitamos la ayudamjn de cada uno.

                     iii.         Esto no quiere decir que vamos a pelear; que tenemos que salir y cada uno agarrar su propio camino – no, hay una provisión para esto – la gracia de Dios para encontrarnos en un grupo de creyentes en sumisión y sujeción.

II.      Dos Escrituras

a.       1 Pedro 5:1-5

                        i.         Pablo encarga a los líderes con su responsabilidad delante de Dios para guiar a la iglesia, cuidando de ella – una parte de esta responsabilidad es hacer decisiones, mandar  -- visto en v. 5 cuando encarga a los jóvenes de someterse a los líderes

                      ii.         De allí – unos a otros. ¿Por qué? Porque siempre habrá diferencias de opinión; de juicio en cuanto a los diferentes asuntos

                     iii.         Y para que esta sea una realidad – tiene que haber humildad – si usted tiene problema con someterse a su hermano, al grupo – el problema es orgullo – y Dios le resiste. No puede tener la bendición de Dios sobre su vida.

b.      1 Co. 1:10

                        i.         “que no haya entre vosotros divisiones”

                      ii.         Habrá asuntos en los cuales no vamos a pensar iguales – así es en realidad – puede causar divisiones

                     iii.         La respuesta es encontrarnos en el cuerpo de Cristo en paz y en sujeción.

c.       En Su oración – Juan 17 --- Jesús oró que fuésemos uno – es la voluntad de Dios que estemos unidos; que no haya divisiones

d.   Cada uno como cristiano esta mañana se ha entregado a Cristo; nos hemos negado de nuestros propios deseos y ambiciones – crucificado con Cristo, hemos cedido el derecho de hacer lo que nos agrada nosotros; de entregar nuestra voluntad para hacer la voluntad de otro—hemos recibido a Jesucristo como Señor de nuestra vida – no debe ser tan difícil para nosotros someternos el uno al otro.

III.    El lugar de la iglesia

a.       Dios ha planeado que levantemos en alto Su Palabra. Que la estimemos y respetemos. También reconocemos que Dios ha instituido la iglesia para nuestra estabilidad y bienestar como cristianos. Proveyó gracia para vivir la vida cristiana aparte de la iglesia, sí, pero también proveyó la gracia para vivir la vida cristiana a través de la iglesia. Proveyó para nuestras tendencias y debilidades por medio de una hermandad—por medio de adorarle y servirle junto con otros creyentes.

b.      Ahora, para que la iglesia sea un cuerpo puro y limpio, santo a Dios, es necesario que haga aplicaciones a los principios. Tiene que dar algunas directivas específicas para que cada uno no esté haciendo lo que bien le parezca. Tenemos que ser unidos en una igualdad de fe y práctica. No es bueno que cada hombre haga lo que bien le parezca.

                        i.      Dios no quiere que destruyamos la paz y la unidad de la iglesia por tales cosas como:

1.       La manera en que ganamos la vida

a.    La iglesia puede decir algunas cosas acerca de eso porque hay peligros; afecta nuestra vida espiritual; nuestra familia; el testimonio de la iglesia

b.   Es correcto que nos sometemos el uno al otro; al consejo en tales asuntos

2.       En cuanto a las asociaciones que tenemos

a.    No siempre vemos cómo nos afectan como otros lo ven

b.   Por eso es correcto que nos sometemos al consejo de nuestros hermanos en tales asuntos. Respetar a nuestros hermanos

3.    La clase de carro que tenemos

a.       Quizá pensamos que cierto estilo estaría bien, o cierto color, o ciertos aros—quizá pensamos que está bien, pero si cada uno va a hacer lo que bien le parezca, impide al grupo mantener un testimonio consecuente

b.      Y tenemos que estar dispuestos a someternos al consejo de la iglesia que nos mantiene dentro de los límites con que es satisfecha la iglesia que deja un buen testimonio

c.       Y correcto que estemos dispuestos dejar algunas cosas que pensamos que sería bonito tener.

4.       Y tales cosas como dónde poner la línea en cuanto a las figuras o flores de las telas; la clase de zapatos, suéteres, etc…

a.    Otra vez, bien puede haber diferencia de opinión – una persona piensa de una manera y otra de otra manera.

b.   Es uno de los asuntos donde no es bueno para nosotros tener la libertad de hacer lo que a mí me gusta—es uno de los aspectos que si la iglesia va a mantener un buen testimonio y claro para la simplicidad, la modestia y la piedad tenemos que estar dispuestos a someternos al consejo de los hermanos

c.       Dios espera que nos sometemos el uno al otro – en este proceso ha de haber líderes

                        i.         ¿cómo sería si sólo nos sometiéramos el uno al otro – Hermano Juan dice a Hermano Tomás lo que él debe hacer, y Hermano Ricardo dice a Hermano Carlos lo que él debe hacer, y no están todos pensando iguales –bien pudiera haber una gran confusión

1.       Quizá no completamente porque todos estamos procurando vivir según los principios de la Palabra – pero con el tiempo va a ser necesario que haya alguno para dirigir o no va a funcionar bien.

                      ii.         Sabemos que Dios ha planeado que la iglesia tenga líderes que son llamados para ser líderes. Que tienen la responsabilidad de dar dirección para que haya paz y seguridad y bendición en nuestra comunión el uno con el otro

                     iii.         En algunos asuntos – habría confusión sin un líder

                    iv.         Me alegro que Dios ha planeado que dentro de la iglesia haya líderes, y que dentro de los líderes haya obispos – es la manera que trabaja mejor.

                      v.         Si vamos a mantener paz en nuestra comunión tenemos que reconocer la necesidad de someternos a la iglesia con el envolvimiento de líderes fieles.

                    vi.         No lo haga difícil para sus líderes cumplir con sus responsabilidades.

IV.    La actitud de la humildad

a.    La base de la unidad y la paz y la sumisión el uno al otro es la actitud de humildad – 1 Pedro 5:5 – Dónde no hay humildad – no habrá sumisión sino contienda y desacuerdo – Pr. 13.10 – donde no debe de haber contienda

                     i.            La exaltación de uno mismo—piensa que es superior a los demás; entiende las cosas mejores que los demás; sus ideas valen más; deseo de estar en control

                   ii.            La independencia – no tengo necesidad de ti; formar opiniones basadas en mi propio razonamiento, independiente de la autoridad; tomar la libertad de formar mis opiniones aparte de una hermandad espiritual

                  iii.            Discordante – Pr. 6:19. Siembra discordia entre los hermanos. Dios lo odia. Rehúsa armonizarse, criticando y hablando negativamente porque las cosas no son como piensa que deben ser; los líderes no cumplan con sus deberes, etc… para ellos --ninguno puede alcanzar sus ideales –el corista no escoge buenos himnos, el maestro de la escuela dominical no prepara bien su lección; el ministro no visita suficiente, etc…

                 iv.            Separación – actitud de indiferencia – rehúsa jalar con los demás – no lo hacen bien, para qué – deja la iglesia – va a otro – pronto el mismo ciclo

b.   Somos humanos –hacemos errores a veces—eso hace difícil a veces la sumisión – los líderes somos humanos, a veces hacemos errores – eso hace difícil a veces la sumisión; nos da algunas cosas difíciles para enfrentar y arreglar—pero creo que por la gracia de Dios podemos hacer eso aun en esas situaciones.

c.     La humildad nos hace más interesados en un lugar donde podemos someternos (estoy hablando de una asociación, de una iglesia, de un grupo) que en que otros nos siguen a nosotros.

d.   Somos tales que no es bueno para personas seguir a otro hombre que no puede someterse a otros hermanos fieles. Tenemos que seguir a hombres que sepan cómo someterse ellos mismos a otros hombres—a Dios y a otros hombres fieles de Dios.

e.   Hermanos interés en algún proyecto; actividad aun de evangelismo – puede haber peligros que no ven; influencias que no han pensado – que bendiciones cuando estos hermanos buscan consejo y tiene la voluntad de someterse a la voz de la iglesia – necesitamos hacer eso para nuestro propio bien espiritual y la seguridad espiritual de la iglesia.

f.     Si no buscamos el consejo de nuestros hermanos y no nos sometemos a ellos, hay gran potencial para problemas.

g.    Hablamos de la humildad – nuestra evaluación de nosotros mismos en comparación con nuestra evaluación de nuestros hermanos.

                     i.      Sabemos que nuestros hermanos pueden hacer errores en sus decisiones y opiniones – eso nos afecta a veces, quizá demasiado

                   ii.      Pero también sabemos que nosotros podemos hacer errores en nuestro juicio – nuestras decisiones y opiniones

                  iii.      Y debemos reconocer que probablemente la cosa más peligrosa para nosotros son los errores que nosotros hacemos en nuestros propios juicios, y no los errores que otros hacen en sus juicios

                 iv.      ¿No es esa la posición humilde y correcta que debemos tomar en cuanto a nosotros?

h.      La humildad en cuanto a la evaluación de nosotros mismos nos hace extendernos para ser parte de un cuerpo espiritual,

i.         1 Co. 16:13-16

                        i.         Hemos de ser fuertes y firmes – hombres – pero junto con eso, sujetarnos el uno al otro.

V.      Deberes y bendiciones en la hermandad

a.       Orar el uno por el otro – Stg. 5:16

b.      Permanezca el amor fraternal – Heb. 13:1

c.       Tened paz entre vosotros – 1 Ts. 5:13

d.      Someteos unos a otros – Ef. 5:21

e.      Amonestaros los unos a los otros – Ro. 15:14

f.        Sed obedientes en todo – 2 Co. 2:9

VI.    Jn. 17:20-23

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