Jesús, la piedra angular

Hemos estado trabajando en una serie de Salmos que llamo "Encontrar a Jesús en los Salmos". Hemos visto a Jesús como el Mesías y el recién coronado, "ya/todavía" rey del cielo y de la tierra. Esta mañana estudiaremos juntos el Salmo 118 y veremos cómo Jesús es la Piedra Angular, y lo que eso significa para nosotros que creemos e invocamos el nombre de Jesucristo como Señor y Salvador.

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El Salmo 118 es un salmo que tradicionalmente se ha cantado durante la Pascua, que coincide con nuestro recuerdo cristiano de la crucifixión y resurrección de Jesús. Lo interesante de esta conexión con la Pascua es que este salmo de la Pascua apunta a la experiencia de la pasión de Cristo, el Mesías. Al menos una parte de él lo hace. Hoy quiero centrarme en los versículos 19-24...

Psalm 118:19–24 NBLA

19 Ábranme las puertas de la justicia; Entraré por ellas y daré gracias al Señor. 20 Esta es la puerta del Señor; Los justos entrarán por ella. 21 Te daré gracias porque me has respondido, Y has sido mi salvación. 22 La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser la piedra principal del ángulo. 23 Obra del Señor es esto; Admirable a nuestros ojos. 24 Este es el día que el Señor ha hecho; Regocijémonos y alegrémonos en él.

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Bienvenidos a la iglesia. Tanto si estás aquí en persona como si te unes a nosotros por Internet, nos alegra que estés aquí esta mañana mientras buscamos a Jesús en los Salmos.

Este salmo es un salmo profético de estilo Hallel egipcio. Los salmos 113-118 cantan las alabanzas a Yahvé. La palabra "aleluya" proviene de estos salmos. La palabra "hallel" significa "alabanza" y el segmento "yah" apunta a "Yahvé", de modo que podemos decir que Jehová Dios es el objeto de nuestra alabanza. Él es el motivo de nuestra adoración. Estos salmos del hallel eran probablemente obras litúrgicas que se utilizaban para dar gracias, y a menudo reflejan la obra que hizo Dios al sacar a los hebreos de la esclavitud en Egipto. Este salmo en particular se canta durante el seder de Pascua.

I. La piedra rechazada

Cuando miramos este salmo hay un verso destacado que realmente resuena con aquellos que llamamos a Jesús nuestro salvador...

Psalm 118:22 NBLA

22 La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser la piedra principal del ángulo.

La Iglesia primitiva no tardó en comprender que Jesús es la piedra angular...

Cuando Pedro y Juan se presentaron ante el consejo judío, de forma muy parecida a como lo hizo Jesús antes de ser crucificado, Pedro comenzó a decirles las palabras que le había dado el Espíritu Santo...

Acts 4:8–12 NBLA

8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Gobernantes y ancianos del pueblo, 9 si se nos está interrogando hoy por causa del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera este ha sido sanado, 10 sepan todos ustedes, y todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos, por Él, este hombre se halla aquí sano delante de ustedes. 11 »Este Jesús es la piedra desechada por ustedes los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular. 12 »En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos»

Pedro no tuvo reparos en decir la verdad del asunto al consejo del Sanedrín. Incluso los llamó directamente por la acción que tomaron contra Jesús.

Cuando dijo...

Acts 4:11 NBLA

11 »Este Jesús es la piedra desechada por ustedes los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular.

La élite religiosa sabía exactamente lo que estaba diciendo. Este era un verso que ellos conocían y cantaban en su adoración pública. Esto sería como si yo me acercara a ti y te dijera algo así: "¡Fuiste tú quien puso a Jesucristo en esa Vieja Cruz Rugosa, no sólo por tu pecado, sino por tus acciones directas de rebelión contra él como el recién coronado Rey del Cielo!"

Pedro estaba invocando una profecía sobre el Mesías y echando la culpa del rechazo y la muerte del Mesías a los pies de estos líderes religiosos. Se está refiriendo a una profecía que se encuentra en el libro de Isaías del Antiguo Testamento...

Isaiah 28:16–17 NBLA

16 Por tanto, así dice el Señor Dios: «Yo pongo por fundamento en Sión una piedra, una piedra probada, Angular, preciosa, fundamental, bien colocada. El que crea en ella no será perturbado. 17 »Pondré el juicio como medida, Y la justicia como nivel; Entonces el granizo barrerá el refugio de la mentira, Y las aguas cubrirán el escondite.

Lo que Pedro decía era ofensivo para ellos. Pero también les señaló que su rechazo no podía impedir que Jesús se convirtiera en la piedra angular del reino. Él era el fundamento y la roca sólida sobre la que se construía la recién formada iglesia cristiana. Pero más allá de la iglesia tal como la conocemos, Jesús estaba construyendo algo mucho más grande y duradero que su iglesia.

II. Jesús es la piedra angular

Jesús contó una parábola antes de ser crucificado y se refirió a esta piedra rechazada...

Luke 20:9–18 NBLA

9 Entonces comenzó a contar al pueblo esta parábola: «Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se fue de viaje por mucho tiempo. 10 »Al tiempo de la vendimia envió un siervo a los labradores para que le dieran parte del fruto de la viña; pero los labradores, después de golpearlo, lo enviaron con las manos vacías. 11 »Volvió a enviar otro siervo; y ellos también a este, después de golpearlo y ultrajarlo, lo enviaron con las manos vacías. 12 »Después envió un tercero; y a este también lo hirieron y echaron fuera. 13 »Entonces el dueño de la viña dijo: “¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá a él lo respetarán”. 14 »Pero cuando los labradores lo vieron, razonaron entre sí, diciendo: “Este es el heredero; vamos a matarlo para que la heredad sea nuestra”. 15 »Y arrojándolo fuera de la viña, lo mataron. Por tanto, ¿qué les hará el dueño de la viña? 16 »Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará la viña a otros». Y cuando ellos oyeron esto, dijeron: «¡Nunca suceda tal cosa!». 17 Pero Él, mirándolos fijamente, dijo: «Entonces, ¿qué quiere decir esto que está escrito: “La piedra que desecharon los constructores, Esa, en piedra angular se ha convertido”? 18 »Todo el que caiga sobre esa piedra será hecho pedazos; y sobre quien ella caiga, lo esparcirá como polvo».

En esta parábola el dueño de la viña es una referencia a Dios y los inquilinos malvados se han apoderado de la viña, que es Israel, el pueblo de Dios.

Los siervos enviados por el dueño de la viña es una referencia a los profetas, los mensajeros de Dios enviados a Israel para llevarles el mensaje de Dios e indicar a Israel el camino de la justicia (que vuelvo a recordar que significa estar bien ante Dios).

Los líderes de Israel rechazaron a los profetas y en algunos casos los mataron. Israel pasó más tiempo fuera de la gracia de Dios que dentro de su abrazo y bajo su protección.

El hijo del dueño del viñedo es el Mesías. Cristo está hablando de lo mismo que Pedro habló ante el consejo del Sanedrín. Jesús está prediciendo su propia muerte a manos de los líderes religiosos de Israel.

III. Jesús fue despreciado y rechazado

No te pierdas el hecho de que la élite religiosa sabía exactamente lo que Jesús estaba diciendo con esta parábola...

Luke 20:19 NBLA

19 Los escribas y los principales sacerdotes procuraron arrestar a Jesús en aquella misma hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo.

No tardaron en buscar la manera de acabar con Jesús. Lo único que les frenó fue el amor que la gente tenía por Jesús y su miedo a que pudieran poner a su propia gente en contra.

IV. La puerta de la justicia

Volvamos al Salmo 118. La sección inicial del salmo lleva al salmista a las puertas del templo.

Psalm 118:19–20 NBLA

19 Ábranme las puertas de la justicia; Entraré por ellas y daré gracias al Señor. 20 Esta es la puerta del Señor; Los justos entrarán por ella.

Estas puertas sólo permiten el paso de los justos. Hemos hablado de esta rectitud en las últimas semanas. La justicia significa tener la condición correcta a los ojos de Dios. Esa es una condición de santidad, haber sido reconciliado ante el Señor.

Les dije la semana pasada cómo llegamos a esa condición de santidad, confesando a Jesucristo y su obra completada en la cruz, podemos entrar en su salvación y encontrar un estado de paz con Dios. Esto no es algo que podamos lograr por nuestra cuenta, pero a través de la cruz, podemos encontrar esta paz.

El salmista se acerca a estas puertas y busca la entrada para poder agradecer públicamente a Dios.

Jesús habló de esta puerta estrecha y de cómo conduce a la vida...

Matthew 7:13–14 NBLA

13 »Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14 »Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

La Puerta de la Justicia es estrecha, porque sólo unos pocos pueden entrar en ella. También requiere que dejes tus maletas. Las Puertas de la Justicia conducen a la vida, pero el viaje no va a ser necesariamente fácil...

Psalm 15 NBLA

Salmo de David. 1 Señor, ¿quién habitará en Tu tabernáculo? ¿Quién morará en Tu santo monte? 2 El que anda en integridad y obra justicia, Y habla verdad en su corazón. 3 El que no calumnia con su lengua, No hace mal a su prójimo, Ni toma reproche contra su amigo; 4 En cuyos ojos el perverso es despreciado, pero honra a los que temen al Señor; El que aun jurando en perjuicio propio, no cambia; 5 El que su dinero no da a interés, Ni acepta soborno contra el inocente. El que hace estas cosas permanecerá firme.

El que...

vive una vida irreprochable - vivimos en una época en la que la gente parece celebrar su pecaminosidad en lugar de vivir una vida que pueda considerarse irreprochable.

practica la vida correcta ante Dios - la vida correcta es como las arenas movedizas de South Padre Island. Cada persona hace lo que es correcto a sus propios ojos sin considerar lo que es correcto ante Dios.

reconoce la verdad en su corazón - nuestra cultura ha rechazado la verdad absoluta y la ha reemplazado con una verdad individualista que se basa en los sentimientos y la presunción en lugar de los hechos o en las escrituras

no calumnia a los demás con su lengua - nuestro mundo parece celebrar la división y da a cada persona licencia para hablar públicamente contra los demás en un foro público

no perjudica a su amigo - la amistad es una fina capa en una cultura en la que uno puede contar con alguien como amigo sin saber nada de él más que lo que publica en las redes sociales.

no desacredita a su prójimo - en nuestro mundo, el prójimo es un adversario más que debemos soportar o calumniar en cada oportunidad.

desprecia al rechazado por el Señor - vivimos en una cultura cada vez más post-cristiana. Por mucho que deseemos que no sea así no lo cambiará. Nuestra cultura celebra de muchas maneras al que ha rechazado a Dios.

honra a los que temen al Señor - nuestra cultura no honra a los que temen al Señor y de muchas maneras desprecia al hombre o mujer piadoso.

mantiene su palabra cueste lo que cueste - el Guardián de la Promesa es una cosa del pasado para nuestra cultura. Cuando se encuentran con alguien íntegro, lo tratan como algo ajeno a su experiencia.

no presta su plata con intereses - No conozco a muchos que hagan un préstamo sin esperar intereses. He conocido a algunos, pero son pocos.

acepta un soborno contra el inocente

Es una lista difícil de cumplir, ¿verdad?

Estos son ejemplos de la justicia del Señor que han sido totalmente rechazados por nuestra cultura.

V. Somos piedras vivas

Pedro escribió a las iglesias de las provincias del norte de Asia Menor diciendo algo similar...

1 Peter 2:1–10 NBLA

1 Por tanto, desechando toda malicia, y todo engaño, e hipocresías, y envidias y toda difamación, 2 deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcan para salvación, 3 si es que han probado la bondad del Señor. 4 Y viniendo a Él, como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios, 5 también ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 6 Pues esto se encuentra en la Escritura: «Yo, pongo en Sión una piedra escogida, una preciosa piedra angular, Y el que crea en Él no será avergonzado». 7 Este precioso valor es, pues, para ustedes los que creen; pero para los que no creen, «La piedra que desecharon los constructores, Esa, en piedra angular se ha convertido,” 8 y, «Piedra de tropiezo y roca de escándalo». Pues ellos tropiezan porque son desobedientes a la palabra, y para ello estaban también destinados. 9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable. 10 Ustedes en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios; no habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia.

Pedro dice aquí algo sorprendente que se aplica no sólo a aquellos creyentes que recibieron su carta, sino que se extiende a nosotros hoy. Dice que NOSOTROS somos piedras vivas.

Somos el cuerpo de Cristo y somos piedras vivas construidas sobre la piedra angular fundamental, ¡Cristo el Mesías! Cuando asumimos a Cristo y nos hacemos uno con él, también seremos rechazados por aquellos en este mundo que han rechazado la piedra angular. Cuando permitimos que Cristo sea plantado completamente dentro de nosotros y permitimos que sus caminos se conviertan en nuestros caminos, nos convertiremos en una piedra que perturbará al mundo y los hará tropezar. Pedro dijo: "Tropiezan porque desobedecen la palabra; estaban destinados a esto".

Pedro anima a sus lectores a mantener el rumbo, incluso cuando experimenten el rechazo y la persecución...

1 Peter 2:11–12 NBLA

11 Amados, les ruego como a extranjeros y peregrinos, que se abstengan de las pasiones carnales que combaten contra el alma. 12 Mantengan entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que les calumnian como malhechores, ellos, por razón de las buenas obras de ustedes, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación.

Es fácil que nos enfurezcamos contra los que no están de acuerdo como nosotros, pero la Palabra nos anima a una respuesta diferente. Que nuestra respuesta al rechazo sea como la respuesta de Cristo a su rechazo.

Lo que Pedro y los otros apóstoles estaban haciendo aquí era enseñar a la iglesia que ellos forman una estructura mucho más grande que está unida por un propósito.

Dios está construyendo aquí algo mucho más grande de lo que podemos imaginar. Él puso a Cristo como la piedra angular y nos ha puesto a los que creemos en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador como piedras vivas para formar la casa o templo espiritual que él está construyendo.

La idea aquí es que juntos formamos la iglesia y juntos somos corporativamente un sacerdocio santo que sirve para guiar a la gente hacia una forma de vida piadosa. Es decir, vivir de una manera que honre a Dios y realice su obra en este mundo. Juntos trabajamos para presentar sacrificios espirituales ante Dios mientras el Espíritu Santo actúa a través de nosotros.

Cuanto más unidos estemos y mejor hagamos el trabajo que Dios ha puesto ante nosotros, más impacto tendremos en la comunidad que nos rodea y más llevaremos ante el Padre Dios y le complaceremos.

Conclusión

Al concluir el día de hoy, quiero abrir el altar aquí en el frente. Es posible que cada uno de ustedes tenga que responder a este mensaje de una manera diferente.

Tal vez haya algo por lo que quieran orar, o cuando vean a otros orando aquí, tal vez quieran venir a orar por ellos.

Algunos de ustedes pueden necesitar responder a la invitación que he hecho en las últimas semanas. Tal vez quieran responder a la llamada de Dios a la salvación. Tal vez sientan que es el momento de bautizarse o se sientan guiados a unirse a esta iglesia como miembros.

Estaré aquí al frente y te invito a responder como te sientas guiado durante este tiempo de respuesta abierta.