100 dias de sacerdocio
hebreos 12:16
16 de que no haya ninguna persona inmoral ni profana como Esaú, que
Profecía de Israel acerca de sus hijos
Entonces Jacob llamó a sus hijos, y dijo: Reuníos para que os haga saber lo que os ha de acontecer en los días venideros.
2 Juntaos y oíd, hijos de Jacob,
y escuchad a Israel vuestro padre.
¶3 Rubén, tú eres mi primogénito,
mi poderío y el principio de mi vigor,
prominente en dignidad y prominente en poder.
4 Incontrolable como el agua, no tendrás preeminencia,
porque subiste a la cama de tu padre,
y la profanaste: él subió a mi lecho.
¶5 Simeón y Leví son hermanos;
sus armas instrumentos de violencia.
6 En su consejo no entre mi alma,
a su asamblea no se una mi gloria,
porque en su ira mataron hombres,
y en su obstinación desjarretaron bueyes.
7 Maldita su ira porque es feroz;
y su furor porque es cruel.
Los dividiré en Jacob,
y los dispersaré en Israel.
Esta es la bendición con la que Moisés, varón de Dios, bendijo a los hijos de Israel antes de morir.
2 Dijo:
42 Acab subió a comer y a beber, pero Elías subió a la cumbre del Carmelo; y allí se agachó en tierra y puso su rostro entre las rodillas.
43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, miró y dijo: No hay nada. Y Elías dijo siete veces: Vuelve a mirar.
24 Algunos de los que estaban con nosotros fueron al sepulcro, y lo hallaron tal como también las mujeres habían dicho; pero a Él no le vieron.
25
30 Y sucedió que al sentarse a la mesa con ellos, tomó pan, y lo bendijo; y partiéndolo, les dio.
31
Viva Rubén, y no muera,
y no sean pocos sus hombres.
¶7 En cuanto a Judá, esto dijo:
Escucha, oh SEÑOR, la voz de Judá,
y tráelo a su pueblo.
Con sus manos luchó por ellos;
sé tú su ayuda contra sus adversarios.
¶8 Y de Leví dijo:
Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón santo,
a quien pusiste a prueba en Masah,
con quien luchaste en las aguas de Meriba;
Una
8 Porque si la trompeta da un sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que yo había oído,
2 De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados
Tocad trompeta en Sión,
y sonad alarma en mi santo monte.
Tiemblen todos los habitantes de la tierra,
porque viene el día del SEÑOR,
porque está cercano;
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz.
4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
5
2
9 Y el SEÑOR Dios hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer; asimismo, en medio del huerto, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
15 Entonces el SEÑOR Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara.
17 Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado
23 Con toda diligencia guarda tu corazón,
porque de él brotan los manantiales de la vida.
2 Sea puesta mi oración delante de ti como incienso,
el alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde.
63 El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida
La rebeldía de Israel y la liberación del SEÑOR
¡Aleluya!
Dad gracias al SEÑOR, porque es bueno;
porque para siempre es su misericordia.
2 ¿Quién puede relatar los poderosos hechos del SEÑOR,
o expresar toda su alabanza?
3 Bienaventurados los que guardan el juicio,
los que practican la justicia en todo tiempo.
¶4 Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en tu bondad hacia tu pueblo;
visítame con tu salvación,
5 para que yo vea la prosperidad de tus escogidos,
para que me regocije en la alegría de tu nación,
para que me gloríe con tu heredadc.
¶6 Nosotros hemos pecado como nuestros padres,
hemos hecho iniquidad, nos hemos conducido impíamente.
7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas;
no se acordaron de tu infinito amor,
sino que se rebelaron junto al mar, en el mar Rojo.
8 No obstante, los salvó por amor de su nombre,
para manifestar su poder.
9 Reprendió, pues, al mar Rojo, y se secó;
y los condujo por las profundidades, como por un desierto.
10 Los salvó de mano del que los odiaba,
y los redimió de mano del enemigo.
11 Las aguas cubrieron a sus adversarios,
ni uno de ellos escapó.
12 Entonces creyeron en sus palabras,
y cantaron su alabanza.
¶13
Si el SEÑOR no edifica la casa,
en vano trabajan los que la edifican;
si el SEÑOR no guarda la ciudad,
en vano vela la guardia
7 Porque El es nuestro Dios,
y nosotros el pueblo de su prado y las ovejas de su mano.
8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra,
10 mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo
8
Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.
2 Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que oyeron.
3 Porque los que hemos creído entramos en ese reposo, tal como Él ha dicho:
COMO JURÉ EN MI IRA:
«NO ENTRARÁN EN MI REPOSO»