¿Y vivieron felices para siempre?
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Introducción
Introducción
Hay ciertos matrimonios que conocemos muchos de nosotros desde nuestra niñez:
Blanca Nieves y el Príncipe Azul
La Ceniciente y el Príncipe Encantador
La Bella Durmiente y el Príncipe Felipe
Cada una de estas películas, en su versión original, terminan de la misma manera:
Y vivieron felices para siempre.
Es por esta razón que muchos tienen un concepto equivocado de lo que es el matrimonio.
De pronto Disney y ahora los influencers de las redes sociales romantizan el matrimonio de tal manera que la gente llega a creer que el estado de matrimonio viene a ser una vida perfecta, una vida llena de experiencias maravillosas, una luna de miel eterna, o un éxtasis de placer y deleite.
Es posible que esta manera de pensar está detrás de los altos niveles de divorcio alrededor del mundo.
Según las estádisticas, las principales razones por las cuales la gente se divorcia son:
Falta de compromiso
Infidelidad
Demasiado conflicto o pleito
Nos casamos demasiado jovenes
Problemas económicos
Es sorprendente saber que uno de cada dos matrimonios en los EEUU terminan en divorcio.
Quiere decir que es un espejismo / mirage pensar que al momento de casarnos - inicia el resto de nuestra vida en el cual esposo y esposa viven felices para siempre.
En el tiempo que tenemos juntos, mi deseo es poder comunicarles dos cosas principales:
¿Por qué los matrimonios no vivimos felices para siempre?
¿Por qué todos los matrimonios terminan en tragedia?
¿Por qué los matrimonios no vivimos felices para siempre?
¿Por qué los matrimonios no vivimos felices para siempre?
Es evidente que el vivir felices para siempre no es algo real. Sabemos que parte de la vida matrimonial incluye:
Disgustos o pleitos
Malentendidos
Mal caracter
Celos
Desconfianza
Mentiras
Enfermedad o accidentes
Desempleo
Falta de dinero o no ser buenos administradores del dinero que tenemos
Etc…
Muchos jovenes dirían - entonces conviene no casarse.
Si somos sinceros, hemos vivido estas experiencias negativas en nuestro matrimonio y confirma que en verdad - cuando nos casamos no vivimos felices para siempre.
…pero a qué se debe?
A qué se debe que no podemos vivir felices para siempre si damos por sentado que el matrimonio es un regalo de parte de Dios; ya que es Dios, y no el estado, el que instituye el matrimonio.
24 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y los dos llegarán a ser uno solo.
Se debe a una simple y sencilla razón - somos humanos.
Aún una persona que no cree en Dios ni en la Biblia afirma que es “Errar es de humanos”.
Es parte de nuestra naturaleza el cometer errores.
El marido que alza su voz contra su esposa comete un error.
La esposa que engaña a su marido y no es sincera comete un error.
El esposo o la esposa que vive desilusionado y empieza a buscar en otros el amor y comprehensión que no tiene en el hogar ha cometido un error.
Pero, la razón teológica de porque no vivimos felices para siempre en el matrimonio es porque somos pecadores.
La razón teológica o bíblica va más allá de decir simplemente que somos humanos imperfectos.
La Biblia nos enseña que el ser humano posee una naturaleza pecaminosa.
Esto quiere decir que por naturaleza somos tendemos a ser egoístas, a no decir la verdad, a querer beneficiarnos de los demás, a querer aprovecharnos del más débil, a satisfacer nuestra necesidad sin preocuparnos por el otro, etc.
El rey David lo expresa de esta manera:
5 Yo sé que soy pecador de nacimiento; pecador, desde que me concibió mi madre.
Así que cuando en el matrimonio actuamos de una manera incorrecta estamos confirmando lo que la Biblia dice acerca de nosotros - somos pecadores.
El esposo se molesta con la esposa porque es un pecador.
La esposa desconfía del marido, sin razón, porque es una pecadora.
No puede pasar una semana sin disgustos o pleitos porque ambos son pecadores.
Así que Blanca Nieves y el Príncipe Azul vivieron felices para siempre porque no son reales, son caricaturas, son personajes que viven solo en la imaginación del autor - pero en cambio doña María y don José Perez son pecadores y no van a vivir felices para siempre.
Pero esto no quiere decir que tenemos que vivir infelices para siempre en nuestro matrimonio.
Más bien, esto nos ayuda a entender a no tener una expectativa irracional de lo que es el matrimonio.
Nos ayuda a ser comprensivos y entender que si de pronto en nuestro matrimonio vivimos experiencias negativas es porque somos pecadores.
Dos pecadores, dos seres humanos imperfectos unieron sus vidas ante Dios, y han decidido formar un hogar.
Ambos están conscientes que son seres imperfectos y que en más de una ocasión van a agraviar a su pareja.
Ambos están conscientes que cada día luchan contra su naturaleza pecaminosa y cuando pecan / cometen un error contra su pareja - saben que es porque somos imperfectos y sabrán comprender y perdonar.
¿De hecho porque muchas parejas se divorcian o se separan?
…es por la misma razón; porque somos pecadores.
En ocasiones, las faltas el uno contra el otro son tan graves tan violentas, y no hay arrepentimiento.
Un conyugue que no se arrepiente está llevando su matrimonio al divorcio.
Ahora siento la voz de la juventud decir - entonces no conviene casarse.
Yo diría, claro que conviene casarse.
Es bueno casarse.
El matrimonio es de Dios.
El matrimonio es maravilloso.
Es una gran bendición poder enamorarse un hombre de una mujer, conquistar su corazón, tener una boda en presencia de Dios, sus amigos y familiares, saber que usted le pertenece a ella y ella le pertenece a usted, saber que usted tiene el privilegio de disfrutar una vida de intimidad y confianza con esa persona especial, viajar juntos, comer juntos, reírse de cosas que solo ustedes saben por qué, dar una caricia, un beso, un abrazo, etc.
La Biblia dice:
22 Quien halla esposa encuentra el bien y recibe el favor del Señor.
¿Por qué todos los matrimonios terminan en tragedia?
¿Por qué todos los matrimonios terminan en tragedia?
Es por esto que el segundo punto de esta plática es tan difícil recibir.
Todos los que estamos aquí somos testigos de lo hermoso que es el matrimonio.
Somos testigos de momentos maravillosos que nos ha dado el matrimonio.
…y lo triste de esto es que tarde o temprano cada matrimonio representado en este lugar - va a terminar en tragedia.
No me refiero a que algunos tal vez algún día tramiten el divorcio.
No me refiero a que algunos tomen la decisión de separarse.
De hecho, mi oración es que cada uno de ustedes - amados matrimonios - permanezcan unidos siendo fieles a las promesas o votos matrimoniales que un día hicieron.
¿Entonces, a qué me refiero cuando digo que todos los matrimonios terminan en tragedia?
En la Biblia vemos un pasaje que muestra el momento de esta tragedia:
15 La palabra del Señor vino a mí y me dijo:
16 «Hijo de hombre, voy a quitarte de golpe el deleite de tus ojos. Pero no llores ni hagas lamentos, ni dejes tampoco que te corran las lágrimas.
Dios le estaba anunciando a el profeta Ezequiel que pronto habría de morir “el deleite de sus ojos” es decir, su esposa.
Notemos como Dios le dice que cuando esto sucede Ezequiel no debía llorar ni hacer lamento por la muerte de su esposa.
Hoy no vamos a explicar porque Dios le dio esta orden a Ezequiel - de no llorar.
…pero este pasaje nos ayuda a entender que tarde o temprano en el matrimonio uno de los cónyuges (esposo o esposa) va a morir y dejar viudo al otro.
Todos los matrimonios, a menos de que fallezcan en un accidente ambos, van a pasar por este momento de tragedia.
Hay varias personas que enviudan y luego vuelven a casarse.
Pero, hay muchos otros que prefieren vivir solos el resto de su vida; no se pueden imaginar estar casados con otra persona que no sea su cónyuge que ahora ha fallecido.
En su rostro se refleja dolor, tristeza, desesperación, no pueden creer haber perdido al compañero de toda una vida.
No pueden imaginar su vida solos sin la compañía de su amado.
Pero ahora tristemente han sido separados por la muerte.
Y cuando llegue este momento tal vez recordaremos:
Los momentos en que discutimos y nos dejamos de hablar.
Los momentos en que nos ofendimos y no pedimos perdón.
Los momentos en que criticamos injustamente porque no hacían las cosas como yo quería.
Los momentos en que estuvimos a punto de violar nuestros voto de fidelidad al matrimonio.
…y cuando nuestro cónyuge ya no esté - desearíamos un año más juntos, un mes, una semana, un día, una hora, un minuto, unos segundos más para poder decirle cuanto los amamos, cuanto los respetamos, cuanto los queremos, cuanto valoramos el momento en que los conocimos, cuanto estamos agradecidos que nos hayan aceptado como esposo/a.
Así que el día de hoy mi invitación para todos no es - que bueno que vinieron a esta cena porque a partir de hoy van a vivir felices para siempre.
Por todas las razones que ya mencionamos saben que somos humanos y esto no es posible.
…pero, lo que si podemos hacer es vivir lo más felices que podamos para siempre - a pesar que somos imperfectos / pecadores valorando cada momento, cada oportunidad que estamos juntos - sabiendo que algún día nos separará lo inevitable.
Cada minuto que pasa es un minuto menos que tenemos al lado del esposo/a.
Por tanto, vivamos cada momento al máximo.
Disfrutemos de nuestra vida en matrimonio.
Hagamos a un lado nuestras diferencias.
Demos nuestro brazo a torcer y pidamos perdón.
Procuremos la reconciliación, porque el tiempo corre y nos dirigimos a ese momento que nos separará de nuestro amado.
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