La Familia de Jesús

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Introducción

Existes ciertas culturas en las relaciones familiares no se limitan a aquellos que llevan el mismo apellido (ya sea paterno o materno).
Por ejemplo, en las culturas Polinesias (Hawaii, Samoa, Tonga, etc.) es común escuchar los términos “aunty” y “uncle”.
Para nosotros, estos nombres se les da solamente a los tíos.
En cambio en la cultura Polinesia “aunty” y “uncle” son todos los amigos de mamá y papá.
Ellos son los los amigos cercanos de la familia.
Ellos son los que le han dado la mano a la familia en tiempos de dificultad.
Ellos son los que tienen todo el derecho de disciplinar y dar un consejo cuando uno se comporta mal.
El concepto de familia llega a ser más amplio e incluye a aquellos que no comparten el mismo apellido.
Hoy, en nuestro estudio del evangelio según Marcos, veremos una historia donde la definición de familia, el concepto de la familia - hace todo lo contrario.
En lugar de ampliarse para incluir a más personas - se limita a un grupo selecto.
En lugar de incluir a los que ya son parte de la familia - se les excluye y se reduce a un número pequeño.
Hoy veremos:
Los familiares de Jesús
La respuesta de Jesús
La verdadera familia de Jesús

I. Los familiares de Jesús

Marcos nos presenta a la familia de Jesús. Es la primera escena donde vemos a toda su familia:
Marcos 3:31 NBLA
Entonces llegaron* Su madre y Sus hermanos, y quedándose afuera, mandaron a llamar a Jesús.
Aquí por lo menos vemos a su madre y hermanos.
Notemos que no se menciona a Jesús. Es posible que para este tiempo José ya haya fallecido.
Para aquellos que dicen que María siempre fue virgen y que jamás concibió hijos - aquí nos damos cuenta que la Biblia es clara en que María tuvo hijos que fueron los medios hermanos de Jesús.
Marcos 6:3 nos da los nombres de sus hermanos varones:
Marcos 6:3 NBLA
»¿No es Este el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿No están Sus hermanas aquí con nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él.
Pero notemos lo que sucede. En el pasaje anterior vimos como Jesús esta en una casa rodeado por una multitud.
Marcos 3:20 NBLA
Jesús llegó* a una casa, y la multitud se juntó* de nuevo, a tal punto que ellos ni siquiera podían comer.
De hecho, habían venido algunos familiares de Jesús porque estaban preocupados por su estado mental.
Marcos 3:21 NBLA
Cuando Sus parientes oyeron esto, fueron para hacerse cargo de Él, porque decían: «Está fuera de sí»
Pero, ahora han llegado su Madre y sus hermanos y han mandado a llamar a Jesús.
No sabemos si no entraron a causa de la multitud o por su misma duda de la identidad de Jesús.
De hecho, en base a la respuesta de Jesús, me inclino que quizá no entraron con él, o por lo menos no estaban escuchando su enseñanza porque ellos mismos compartían la misma duda acerca de Jesús; la misma duda que tenían los escribas y fariseos.
Hermanos, en ocasiones nos preocupamos cuando la gente no cree.
Pero, en este caso, vemos a su propia carne y sangre, sus propios hermanos, que vivían en esta duda/incredulidad.
El corazón del hombre es tan oscuro, tan incrédulo, tan duro, que aun siendo hermanos del Mesías no es suficiente para creer en el evangelio.
Así que mandan a llamar a Jesús para que salga con ellos:
Marcos 3:32 NBLA
Y había una multitud sentada alrededor de Él, y le dijeron*: «Tu madre y Tus hermanos están afuera y te buscan»

II. La respuesta de Jesús

¿Cómo irá a responder Jesús?
Al fin y al cabo es su familia.
Es su propia carne y sangre.
Está en misión, está predicando, pero son sus hermanos!
Veamos como responde Jesús:
Marcos 3:33 NBLA
«¿Quiénes son Mi madre y Mis hermanos?», les dijo* Jesús.
Hermanos, Jesús está preguntando lo que parece una sin sentido.
Se supone que su madre y sus hermanos lo han venido a buscar.
Se supone que ellos están afuera.
Solo necesitan salir para ver a su madre y sus hermanos.
Es posible que el momento se vuelve un poco tenso por la pregunta de Jesús - sobre todo viendo que afuera están su madre y sus hermanos.
¿Qué está haciendo Jesús?
¿Por qué está haciendo esta pregunta?
¿A qué quiere llegar?
…son las mismas preguntas que deben venir a nuestra mente.

III. La verdadera familia de Jesús

Jesús quiere dar una gran enseñanza. Veamos que nadie se atreve a contestar su pregunta. Por tanto, Jesús responde:
Marcos 3:34 NBLA
Y mirando a los que estaban sentados en círculo alrededor de Él, dijo*: «Aquí están Mi madre y Mis hermanos.
Jesús responde de una manera que a primera vista pudiera ser vista como drástica, cortante, severa.
Parece que está rompiendo los vínculos familiares que lo unen a su madre y hermanos según la carne.
Jesús está diciendo que los que están alrededor de él - estos son su madre y sus hermanos.
Ellos son su familia.
Los que lo escuchan, son los seres queridos más cercanos a él.
En otras palabras, los que están afuera pueden ser su familia según la carne, pero esta gente que lo está escuchando, que están atentos a cada una de sus palabras, estos en cierto aspecto son su madre y sus hermanos.
Ahora, Jesús parece que está rompiendo su relación con sus hermanos que no han creído en su identidad.
Como muestran que no han creído en su identidad - en el hecho de que no están allí escuchando su enseñanza.
Al fin y al cabo, es su hermano, con el que se criaron…que podrían aprender de él.
Esta actitud la vemos confirmada en Juan 7:1.
Juan 7:5 NBLA
Porque ni aun Sus hermanos creían en Él.
Pero, no es la primera vez que Jesús rompe una relación ante la incredulidad y rechazo.
En Marcos 3:7 vimos como Jesús se retiró al mar ante la incredulidad de los fariseos en la sinagoga.
Pues ahora, lo mismo sucede ante la incredulidad de sus hermanos según la carne.
Es cierto, son hijos de la misma madre, pero en otro aspecto no son miembros de su familia.
Pareciera que Jesús está estableciendo otra familia, una familia nueva.
Lo mismo hizo cuando eligió a los doce discípulos para ser sus apóstoles, sus enviados…estaba constituyendo a un nuevo Israel, una nueva nación, un nuevo pueblo.
Pues, ahora lo que Jesús está haciendo es constituyendo a su nueva familia que formarán parte del nuevo Israel, de la nueva nación, del nuevo pueblo, de su amada iglesia.
Jesús forma a un nuevo pueblo, que es su iglesia, que es la nueva familia de Jesús.
Esto es parte de la nueva obra de Jesús.
Es parte de la obra de Dios.
Tomar gente que no los une un apellido, no los une un parentesco, los une algo que trasciende los lazos familiares.
Los une la fe en Jesucristo, los une el interés de seguir a Jesús, los une el deseo de estar a los pies de Jesús escuchando su enseñanza que da vida.
Pero, notemos que Jesús identifica la clave para reconocer a los que son parte de su familia.
En Hawaii, aunty y uncle son los amigos, de más edad, los amigos de la familia.
Pues, ahora Jesús dice quienes son parte de su familia. Que es lo que identifica a los que son su madre y sus hermanos.
Marcos 3:35 NBLA
»Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios, ese es Mi hermano, y hermana y madre».
Notemos que, según Jesús, ser parte de la familia de Jesús no es el que ama a Dios.
Algunos dicen amar, tener afecto por Dios, creer en Dios, pero hasta allí. Sus vidas se caracterizan por odio, rencor, maldad, vicio, etc.
Jesús es muy claro, no dice que los que aman a Dios son sus hermanos, hermanas, y madre.
Jesús dice que los que hacen la voluntad de Dios son reconocidos como su familia.
Esto lo vemos revelado a lo largo de la Biblia:
Salmo 119:105–106 NBLA
Lámpara es a mis pies Tu palabra, Y luz para mi camino. He jurado, y lo confirmaré, Que guardaré Tus justas ordenanzas.
Josué 1:7 NBLA
»Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés Mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas.
En la Biblia la marca del pueblo de Dios es guardar sus mandamientos.
En la Biblia Dios llamó a Israel para servirle, para adorarlo en el desierto, para hacer de él un nuevo pueblo…que guardara sus mandamientos, que guardara sus estatutos, que cumpliera sus preceptos.
Dios llamó a un pueblo para vivir según la ley de Dios.
Estos que guardan los mandamientos, estos que viven la ley de Dios, estos son la familia de Dios.

Conclusión

Por tanto, hoy quiero ver quienes son parte de la familia de Dios según esta señal: los que hacen la voluntad de Dios son la familia de Dios.
Pero, esto es como un martillo en nuestro corazón porque si somos sinceros nos damos cuenta que no hemos hecho la voluntad de Dios.
Es más, en más de una ocasión hemos ignorado la voluntad de Dios y hemos hecho nuestra propia voluntad.
Hemos puesto a un lado la ley de Dios y hemos actuado según nuestros conceptos, según nuestras ideas, según nuestro criterio - sin importar que estamos violando/desobedeciendo la voluntad de Dios.
Así que esto nos excluiría para calificar como aquellos que “hacen la voluntad de Dios”.
Somos imperfectos.
No hemos guardado su ley como debemos.
No hemos obedecido según los mandamientos.
No hemos vivido una vida alineada a la voluntad de Dios.
Somos humanos…y esto nos podría llevar a la desesperación como vemos a Pablo exclamar:
Romanos 7:24–25 NBLA
¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.
Amados hermanos, pero estas son las buenas noticias del evangelio.
Que la sangre de Cristo cubre la multitud de nuestros pecados.
La sangre del hijo de Dios cubre nuestra obediencia imperfecta, nuestra falta de fe, nuestra falta de constancia.
Jesús murió, cumplió perfectamente la ley de Dios - una ley que jamás podríamos guardar sin falta.
Es por eso, que confiamos en Cristo para nuestra salvación y no en nuestra propia obediencia.
Esto no quiere decir que no nos interesa guardar la ley de Dios.
Más bien, significa que nos esforzamos en vivir de acuerdo a la ley de Dios por amor, por agradecimiento, porque sabemos que nos ha libertado del pecado.
…y sabemos que cuando fallamos, no hemos de desesperarnos - porque su sangre cubre cada falta, cada vez que hemos desfallecido - y sobre todo nuestra obediencia imperfecta.
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