Naturaleza y Contenido del Evangelio. Rom. 1:1-17
Libro de Romanos • Sermon • Submitted • Presented
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Introducción
No hay nada más importante para el creyente que estar seguro del contenido de su fe. El evangelio, es el tema y mensaje central del cristianismo; por tanto, el evangelio define nuestra relación con Dios, y nos llama a llevar este mensaje a todas las naciones. Hoy, meditemos juntos en el libro de Romanos, capítulo 1, versículos 1 al 17, para profundizar en la naturaleza y el contenido del evangelio de Cristo.
I. El evangelio de la gracia es de origen divino (Romanos 1:1-7)
1. El evangelio procede de Dios (v. 1)
Pablo, en su saludo de introducción en la carta, se presenta como siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol y apartado para el evangelio de Dios.
Desde el principio, reconocemos que el evangelio no es una invención humana, sino un mensaje que proviene directamente del corazón de Dios.
Esta verdad debe llenarnos de asombro y reverencia, sabiendo que lo que proclamamos es divinamente inspirado por Dios.
La biblia misma indica que el mensaje del evangelio proviene de Dios mismo:
2 Tim. 3:16,17 “Toda la escritura es inspirada por Dios... a fin de que el hombre de Dios sea PERFECTO...”
2. El evangelio fue prometido en las Escrituras (v. 2)
Pablo nos recuerda que el evangelio no es un concepto nuevo; fue prometido mucho antes en las Escrituras. Los profetas del Antiguo Testamento anunciaron la venida del Mesías, preparando el camino para la revelación plena de la gracia. Así, el evangelio tiene raíces profundas en la historia de la redención.
recordemos que esta iglesia estaba compuesta mayoritariamente por gentiles y por judios creyentes en Cristo.
3. El evangelio se basa en la persona y obra de Cristo (vv. 3-4)
La esencia del evangelio se centra en Jesucristo, quien fue descendiente de David según la carne, y fue declarado Hijo de Dios con poder por su resurrección. Aquí encontramos el núcleo del mensaje: la vida, muerte y resurrección de Cristo son el fundamento sobre el cual se edifica nuestra fe. Sin Cristo, no hay evangelio.
4. El evangelio es predicado por personas divinamente escogidas (vv. 5-7)
Pablo enfatiza que hemos recibido gracia y apostolado para llevar el nombre de Cristo a todas las naciones. Dios escoge a sus mensajeros, y cada creyente está llamado a ser un portador de este mensaje transformador. La responsabilidad de proclamar el evangelio recae sobre nosotros, quienes hemos experimentado su poder.
II. El evangelio debe ser predicado a todas las naciones (Romanos 1:8-15)
1. El evangelio debe ser proclamado por quienes lo han recibido (vv. 8-12)
Pablo comienza su carta agradeciendo a Dios por la fe de los romanos, que se ha divulgado en todo el mundo. Esta fe no es solo personal; debe ser compartida. Cada uno de nosotros, al experimentar la gracia de Dios, se convierte en un testigo llamado a compartir su fe. La proclamación del evangelio es una respuesta natural a la gratitud por lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.
2. El evangelio debe ser proclamado a todos sin distinción (vv. 13-15)
Pablo expresa su deseo de visitar Roma para impartir un don espiritual y edificar la fe de los creyentes. Él se siente deudor tanto a griegos como a no griegos, a sabios y a insensatos. El evangelio es inclusivo; no conoce barreras culturales, sociales o raciales. Todos necesitan escuchar la buena noticia de la salvación en Cristo.
III. El evangelio de la gracia es el único medio de salvación (Romanos 1:16-17)
1. El evangelio de la gracia es el único que genera salvación a todo aquel que cree (v. 16)
Pablo afirma con claridad: "No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree." La salvación no se encuentra en obras, religiones o filosofías humanas; solo en el evangelio de Cristo. Esta es la esperanza que debemos compartir con el mundo, una esperanza que transforma vidas y ofrece redención.
2. El evangelio de la gracia es el único medio revelado de la justicia de Dios que es por la fe (v. 17)
En el evangelio, la justicia de Dios se revela de una manera que es accesible a todos. No es por méritos propios, sino por la fe. Dios nos ofrece su justicia como un regalo gratuito, y nuestra respuesta debe ser la fe activa.
APLICACIONES PERSONALES POR CAPÍTULOS
Romanos 1:1-17 es un pasaje fundamental en la carta de Pablo a los romanos, donde establece su identidad, la naturaleza del evangelio y su poder para la salvación. Apliquemos este texto en secciones:
1. *Identidad y Llamado Personal (Romanos 1:1-6)*
Pablo se presenta como “siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios”.
*Aplicación:*
- *Reflexionar sobre nuestra identidad:* Al igual que Pablo, cada creyente tiene una identidad en Cristo. Es importante preguntarnos: ¿Cómo nos identificamos como seguidores de Jesús? ¿Estamos viviendo de acuerdo a nuestro llamado?
- *Considerar el propósito de nuestra vida:* Meditemos sobre cómo podemos ser “apartados” para el evangelio en nuestras comunidades. Esto implica ser conscientes de nuestras vocaciones y cómo pueden ser usadas para el reino de Dios.
2. *La Naturaleza del Evangelio (Romanos 1:1-4)*
Pablo define el evangelio como la buena nueva de Jesucristo, que es el poder de Dios para salvación.
*Aplicación:*
- *Entender el evangelio:* Reflexionemos sobre qué significa realmente el evangelio en nuestras vidas. ¿Lo vemos como una verdad transformadora o simplemente como un mensaje religioso?
- *Compartir el evangelio:* Nos desafía a compartir esta buena nueva con otros. ¿Qué pasos podemos dar para hablar del evangelio a quienes nos rodean? Esto puede incluir conversaciones, pero también comportamientos que reflejan el amor de Cristo.
3. *La Universalidad del Mensaje (Romanos 1:5-6)*
Pablo habla de haber recibido gracia y apostolado para llevar el evangelio a todas las naciones.
*Aplicación:*
- *Inclusividad del evangelio:* El mensaje de Cristo no es exclusivo; es para todos. Esto nos llama a derribar barreras culturales, raciales y sociales en nuestra evangelización.
- *Misión global:* Consideremos cómo podemos participar en la misión global de la iglesia. Esto puede incluir oración, apoyo a misioneros o incluso ir a lugares donde la necesidad es mayor.
4. *La Necesidad de la Fe (Romanos 1:16-17)*
Pablo afirma que el evangelio es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.
*Aplicación:*
- *Fe personal:* ¿Cómo está nuestra fe en acción? El evangelio nos invita a tener una fe activa que se manifiesta en nuestras decisiones diarias y en nuestra confianza en Dios.
- *Desafío a la duda:* En tiempos de incertidumbre o duda, recordemos que nuestra fe es lo que nos conecta con el poder de Dios. Reflexionemos sobre experiencias pasadas donde hemos visto la fidelidad de Dios.
5. *La Justicia de Dios Revelada (Romanos 1:17)*
“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe”.
*Aplicación:*
- *Justicia y vida cristiana:* La justicia de Dios se revela en el evangelio y nos llama a vivir de manera justa. Esto implica actuar con integridad y justicia en nuestras relaciones y en nuestras comunidades.
- *Desafío a la hipocresía:* Preguntémonos si nuestras acciones reflejan el evangelio que proclamamos. La autenticidad en nuestra vida cristiana es crucial para testificar sobre la verdad de Cristo.
Conclusión
Romanos 1:1-17 nos invita a reflexionar sobre nuestra identidad en Cristo, el poder transformador del evangelio, la inclusividad de su mensaje, la necesidad de una fe activa y la justicia de Dios que debe reflejarse en nuestras vidas. Al aplicar estas verdades, podemos vivir de manera que honremos a Dios y llevemos el mensaje del evangelio a un mundo que tanto lo necesita.
Una Ilustracións obre la importancia de estar seguro en la fe de Jesus:
“El Faro en la Tormenta”
Imagina un barco navegando en alta mar durante una tormenta feroz. Las olas golpean con fuerza, el viento aúlla y la visibilidad es casi nula. En medio de este caos, el capitán del barco se aferra a su mapa y a su brújula, confiando en que su conocimiento del mar y su destino lo guiarán a un puerto seguro. Sin embargo, si el capitán no está seguro del contenido de su mapa, si no entiende cómo leer las señales de la brújula, su confianza puede convertirse en desorientación y peligro.
De manera similar, el cristiano enfrenta tormentas en la vida: dudas, pruebas y tentaciones. Tener un entendimiento claro y seguro del contenido de su fe es fundamental para navegar esas dificultades. Si el creyente no está seguro del evangelio, de la gracia de Dios y de la obra de Cristo, puede perderse en la confusión y el desánimo.
Al igual que el faro que guía a los barcos hacia la costa en medio de la tormenta, el evangelio de Cristo sirve como nuestra luz y guía. Nos recuerda quiénes somos en Cristo, lo que Él ha hecho por nosotros y la esperanza que tenemos en Él. Esa seguridad en nuestra fe nos permite enfrentar las tormentas de la vida con confianza y valentía, sabiendo que estamos anclados en la verdad del evangelio.
Por lo tanto, así como el capitán debe estar seguro de su mapa y de su rumbo, nosotros, como cristianos, necesitamos estar firmes en el contenido de nuestra fe. Solo así podremos navegar las tormentas de la vida y llevar a otros a la luz del evangelio.